Para mantenerse competitivas y ofrecer productos o servicios de alta calidad, las empresas buscan constantemente reducir costos. Sin embargo, actualmente también priorizan la reducción de su impacto ambiental.
Muchas empresas han logrado combinar exitosamente estos objetivos implementando prácticas y utilizando materiales sustentables en la cadena de suministro.
Un ejemplo clave de esto es que en 2023, un 55% de las empresas mexicanas ya tenía una estrategia comercial sostenible en marcha y un 24% estaba trabajando para implementarla, según un estudio SAP. Para entender estas cifras, es necesario entender los beneficios tangibles de la sostenibilidad y cómo ha posicionado a muchas empresas.
De acuerdo con un estudio de McKinsey, tales prácticas pueden mejorar los beneficios operativos de una empresa hasta en un 60%, demostrando que la sostenibilidad es esencial para asegurar la eficiencia y reducir costos en la cadena de suministro.
Las empresas que implementan prácticas sostenibles están preparadas para innovar y gestionar cadenas de suministro eficientes que satisfacen las demandas y preferencias de consumidores e inversores, beneficiando además otras áreas como:
Desafíos: uso intensivo de plásticos y otros materiales no sostenibles.
Estrategia sostenible: empleo de materiales sustentables, como plásticos reciclados postconsumo y materiales de origen vegetal.
Resultados: piezas más ligeras y duraderas, reducción del 25% en consumo energético, 84 sitios con cero residuos a vertedero.
Desafíos: necesidad de aumentar la eficiencia energética y producción de energía limpia.
Estrategia sostenible: implementación de la iniciativa Digital Wind Farm con IoT y tecnología de gemelos digitales.
Resultados: aumento del 10% en la productividad de las turbinas eólicas.
Desafíos: reducir el impacto ambiental de los productos electrónicos.
Estrategia sostenible: economía circular y uso de materiales sustentables en más del 50% del contenido del producto y empaques.
Resultados: mejora en sostenibilidad de productos y reducción de costos de materiales.
Desafíos: reducción del desperdicio de alimentos y uso de empaques no reciclables.
Estrategia Sostenible: estrategia “cero desperdicios” y uso de materiales sustentables reciclables en el 93% de sus empaques.
Resultados: reducción del 43% en el desperdicio de alimentos, mayor eficiencia operativa.
Optimización de procesos
Implementación de manufactura lean y la metodología Six Sigma para eliminar desperdicios y mejorar la eficiencia, y adopción de tecnologías de automatización para reducir errores y costos operativos.
Adopción de tecnologías avanzadas
Inteligencia artificial: analiza grandes volúmenes de datos para optimizar la eficiencia en la logística y la coordinación de envíos.
Internet de las Cosas Industrial (IIoT): mejora el rendimiento de las máquinas y automatiza el mantenimiento, reduciendo el consumo de energía.
Blockchain: proporciona un registro exacto y verificable de cada producto a lo largo de la cadena de suministro.
Machine Learning: permite a los sistemas adaptarse y optimizar operaciones en tiempo real, reduciendo desechos y consumo energético mediante el uso de materiales sustentables.
Consolidación de envíos
Uso eficiente del transporte mediante la agrupación de cargas y optimización de rutas para lograr un ahorro de costos logísticos y consumo de combustible.
Selección de proveedores sostenibles
Evaluación rigurosa de proveedores según estándares de sostenibilidad y uso de materiales sustentables para fortalecer la cadena y promover prácticas responsables.
Adoptar prácticas sostenibles, impulsadas por una creciente conciencia ambiental, mejora la rentabilidad y minimiza el impacto ambiental. Según MSCI, empresas con altos índices en los criterios ESG logran una reducción de costos en la cadena de suministro, incluyendo los costos de capital y operativos.
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